viernes, 10 de febrero de 2012

Capitulo 6: "Hola, engreído"



—Cómo quieras, realmente, no tengo muchas ganas de salir, de todos modos gracias por la oferta — sonreí.

Tan sólo subí a mi cuarto, me quedé trabada en mis propios pensamientos... 

Tres meses después:
Todo ha cambiado, la manera en la que me siento es completamente distinta, la felicidad se ha encendido en mi de una manera de una manera realmente extraordinaria, Taylor se ha vuelto mi mejor amigo, todo va de maravilla. He hecho varios amigos, después de todo, la secundaria no es tan horrorosa si la miras de otro ángulo.

El despertador empezaba a sonar desesperadamente: Era hora de ir a la escuela. Hoy hacía un clima considerable, así que decidí no exagerar con mis abrigos.


En unos pocos segundos llegué a la escuela, choqué con alguien. Llevaba unos Ray Ban negros, su pelo era cómo una mezcla de rubio y castaño a la vez.

—Lo siento preciosidad — dijo el sacandose sus anteojos.

¿Preciosidad? ja ¿quien se creía este idiota? Realmente, no me gustaban los cumplidos, y cabe a recalcar que un cumplido de alguien sin siquiera conocerme es aún más irritante y estúpido. Le dediqué una mirada de pocos amigos y caminé hacia lo más profundo de la escuela, hasta que encontré a Taylor.

—Emma ¿como estás? — cuestionó.
—Bien, sólo por un pequeño inconveniente en el camino, pero ya no importa — dije yo sonriendo y a la vez mirando sus preciosos ojos azules.

Luego se acercó el mismo chico que me había chocado a mi hace unos minutos

—¡Taylor! ¿como estás bro? — dijo.
—Hola Bieber — contestó el.
—¿Ella es tu novia? — cuestionó.
—No, es sólo una amiga — contestó completamente ruborizado.

Decidí irme de allí, el ambiente se estaba tornando incómodo. 

Al salir de clase había decidido ir con Tamara al skate park. Necesitaba andar por las rampas, luego tal vez iría a la biblioteca a leer unos comics, como suelo hacer en los últimos meses. 
Estábamos en el skatepark y escuchamos a un chico se acercó a nosotras.

—Hola Emma — me dijo.
—Oh, hola engreído que me llamo preciosidad — contesté.
—Lamento Emma eso, por cierto mi nombre es Justin — dijo — sabes andar demasiado bien.
—¡Ah! no me digas — dije con indiferencia.
—Quería retarte a una competencia en las rampas ¿te animas? — dijo el con una mirada desafiante.
—Claro ¿por qué no? te voy a aplastar Bieber — dije sonriendo.
—Eso ya lo veremos — contestó con astucia.

El se subió a una de las rampas y yo a otra, empezamos a andar, ciertamente el era bastante bueno, él hacía bastantes saltos. Nadie lograba caerse de la tabla ni mucho menos bajar la velocidad.


—Buena jugada Jones, eres toda una perfección de skater — dijo él.
—Pues ¿gracias? tu también lo hiciste bien — dije asintiendo.

—Hasta la proxima Jones 
— dijo él.
—Hasta la vista Bieber — contesté.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Capitulo 5: "La pase bien contigo".


"No soy perfecta, incluso me enorgullece decir que soy la persona
más imperfecta en este mundo".

—Ahora que terminamos de hacer el proyecto ¿quieres que vayamos a algún lado? — cuestionó.
—Hace rato he querido ir a un Starbucks ¿que dices? — realmente estaba siendo muy simpática con él, pero aún no encontraba explicación a mi rara actuación con el, era algo realmente extraño.
—Esta bien, vamos, mi auto esta afuera — dijo el sonriendo.

Tan sólo salí afuera, el me siguio.

—Llamaré a una amiga de la escuela, sé que te caerá bien — dijo mirandome con una gran sonrisa.
—Ya, normal — le devolví la sonrisa.

Nos desviamos por el camino, y fuimos hacia la avenida número 6, el frío de London cada vez aumentaba más.
Llegamos a una casa considerablemente grande. El bajo del auto, y salieron dos personas, las cuales no pude distinguir a simple vista. 

—Emma, ellos son Tamara y Logan, están en nuestro salón — explicó.
—Hola, mucho gusto — dijo la amable chica
—¡Buena esa bro! ¿ella es tu novia? — preguntó Logan.
—No, sólo somos amigos — contestó Taylor, con cierta incomodidad en su cara.

El viaje continuo en silencio, London era una hermosa ciudad, era de esas ciudades que te desconectaban del mundo... Jamás me podría arrepentir de vivir aquí. Esta era la primera vez que salía en mucho tiempo, se sentía bien tener una vida normal, o sonreír por unos segundos. Pero sé que cuando llegará a casa volvería la típica chica que le gusta enviciarse en cigarro, sin importar las consecuencias que eso le traería en el futuro.

Llegamos — anunció Taylor.

Todos bajamos del auto, y entramos al Starbucks, por estas horas no había nadie. 

—¿Qué pedirán? — preguntó Taylor.
—Un frapuccino — dije.

Logan y Tamara pidieron lo mismo. Taylor y yo estuvimos un rato discutiendo sobre quien pagaría, hasta que el insistió que lo haría el, y así fue.

—¿Ustedes son hermanos? — cuestioné.
—Así es — contestaron Logan y Tamara al unísono.

Logan y Tamara eran de esas personas que apenas los conoces, te caen perfectamente bien.
Nos quedamos un rato hablando, hasta que acabamos nuestros cafés. Nos quedamos caminando unos ratos más por ahí. 
Luego de un rato, volvimos hacia el auto.
Primero dejaron en casa a Logan y a Tamara, ya que sus casas estaban cerca, luego Taylor me dejó en mi casa.

—Adiós y gracias por invitarme — dije.

Estaba apunto de entrar a casa...

—¡Emma! ven aquí — gritó.

Volví a acercarme al auto.

—La pasé bien contigo — sonrió — me gustaría repetirlo en estos días.
—...

martes, 7 de febrero de 2012

Capitulo 4: "Ser invisible, es mi esperanza en esta vida".


"Las personas cambian una razón, se cansaron de ser juzgadas
todo el tiempo".

Seguiamos en clase, el ambiente cada vez se tornaba más incomodo, pero lo cierto era es que a mi no me importaba en absoluto.

—¿Cuantos años tienes? — preguntó.
—16 ¿tú? — contesté sin siquiera mirarlo.

Una chica rubia se acercó a Taylor, era de esperarse, era otro de esos chicos que llamaban la atención de las chicas solo por ser lindo.

—Hola Tay — dijo la misteriosa chica rubia.
—Hola Kate — dijo dandole un beso en la mejilla.
—Necesitó hablar contigo, claro, si no estas haciendo nada importante con tu "amiguita" — me lanzó una mirada de pocos amigos.
—No, no interrumpes nada linda, vamos para allá a hablar — señaló otro asiento.

Realmente a mí no me importaba en absoluto, cualquier chica moriría por encontrar un chico así en su vida, yo sinceramente no, los hombres son totalmente inmaduros, y lo único que hacen es ser rompe corazones en esos tiempos.

—Chicos, quiero que hagan una maqueta de la edad media, con sus compañeros de asiento, que tengan buenos días — anunció la profesora.
—La puta madre — susurré.

Agarré mi bolso, y salí del salón lo más rápido que pude, quería salir, lo único que quería era enviciarme en cigarrillos la noche entera sin nadie que me malogre la existencia, no es tanto pedir ¿cierto? 

—¡Emma! ¡espera! — escuché.
—Taylor ¿que pasa? — pregunté.
—Nada, solo quiero, que me des tu número telefónico para hacer el proyecto.
—Ah claro, ten — le dí mi número telefónico.
—Entonces ¿nos veremos? — preguntó
—Cómo quieras.

Me fui caminando hacia la puerta principal, estar acompañada o socializar no era lo mío, y nunca lo va a ser, definitivamente.

Hacía demasiado frío, me coloque la capucha, y salí directo a la calle número 8, la cual quedaba más cerca de casa.

Al llegar, me saqué la sudadera y me tiré en el sofá, la típica historia, prendí mis cigarrillos, no había fumado en todo el día, en lo que a mi concierne, no fumar en estas épocas es lo más cercano a un pecado.

Me puse a ver una película, con la compañía de mi café, nada mejor que eso. En medio de la película, sonó mi celular, era... Taylor.

—¿Taylor? — pregunté.
—Sí, soy yo Emma ¿podriamos hacer el proyecto en tu casa?
—Esta bien, vas por la calle ocho, sigues hasta la nueve y ahí esta mi casa 
—Estoy ahí en 5 minutos, adiós — cortó.

Empecé a esconder los cigarrillos, dejé algunos libros en la mesa.

Luego de unos minutos empezó a sonar inesperadamente el timbre.

—Pasa — le dije vagamente.

Por primera vez en mucho tiempo alguien que no sea yo entraba a mi casa, le dije que se sentará. Empezamos a estudiar y hacer el proyecto.

Capítulo 3: "Deberías preocuparte más por lo que tienes dentro de ti".


"Las personas, no son ridiculas por lo que son, sino por lo que 
quieren aparentar ser"

Último día de libertad, por así decirlo, último día de quedarme despierta lamentando mi asquerosa vida, último día de quedarme succionando el humo de los cigarrillos hasta que mis pulmones no puedan más. Realmente, no es un simple capricho, es algo mucho más que eso, yo prefiero llamarlo miedo, claro, eso solo sucede cuando la impotencia que tienes adentro tuyo es demasiado grande que no puedes controlarla, eso sucede cuando normalmente estas al borde de la depresión y no tienes a nadie ahí para ayudarte.

Sentí que golpeaban la puerta, no me quedó otra opcion que levantarme del sofá e ir a atender; abrí la puerta:
Era un hombre...

—Hola, usted es Emma Jones ¿cierto? — cuestionó.
—Si ¿que sucede?
—Tenemos un mensaje de su madre, se ruega que lo lea lo más antes posible
—¿Mi madre? pues, no me interesa saber nada de ella.
—Por favor señorita Jones, tan sólo abra la carta — me entregó la carta, saludo cordialmente y a los pocos segundos se retiró.

¿Mi madre? la falsedad, hipocresia y estúpidez son extremas en este mundo, esta comprobado.

Abrí la carta:

Emma, lamento tomarte por sorpresa en esta carta, pero creo que es tiempo que deberías saber algo, tu eres algo más que una simple chica, pronto sabrás a que me refiero mi amor, por lo tanto te pido que tengas cuidado por estos tiempos, te he inscribido un nuevo colegio llamado "Brain Middle School" no te preocupes por los uniformes, allí es ropa particular, alguien te enviará dinero todos los meses. Emma, debes saber que yo tal vez no vuelva, debes saber que tal vez esta sea la última vez que me dirija a ti cordialmente, amor. No es por nada personal entre tú y yo, es tan solo que debo cumplir una promesa, realmente te pido disculpas, no has tenido una vida normal en todos estos años y no has podido ser feliz como querías, realmente lo siento hija. Sólo debes recordar que tu eres alguien especial.

¡Adios!

Nunca en la vida, podré tener una relación normal con mi madre y creo que todos ustedes se han dado cuenta de eso. Prendí un cigarrillo, lo fume hasta que no quedo nada de él. 
Mañana tengo que ir a un nuevo colegio que en mi vida he visto, realmente mi vida es demasiado patética...

Al día siguiente: 
Era la hora de entrar a la escuela, lo único que me motivaba a seguir adelante, era que no necesitaba un incomodo y patético uniforme.

Me vestí así:



A mi no me gustaban seguir las tipicas e idiotas modas, yo tenía mi propia moda, con la cual me sentía a gusto. Bajé, no iba a desayunar, tan sólo decidí fumar otro cigarrillo, eso me llenaría lo suficiente. 
Cerré la puerta de mi casa, iba caminando, mirando hacía el suelo, sintiendo como el viento golpeaba mis mejillas sin cesar, sentía el hermoso frío de la ciudad de London en todo mi cuerpo. Nada mejor que eso.

Llegué a la nueva escuela, entré por una de las puertas, para mi suerte, aún no habian entrado a clase. 
Fui a la secretaría, tendría que saber en que salón estaría, aunque por mí, ya escaparía de este lugar, totalmente desconocido para mí.

—Disculpe, soy Emma Jones, estudiante nueva de aquí — dije secamente, mirando todo lo que había alrededor.
—Un gusto señorita Jones, bueno, le daré un mapa con sus nuevas clases ¿usted tiene dieciséis años?
—Así es — dije, nuevamente cortante.
—Bueno, aquí tiene sus horarios, sus profesores, y su salón, espero que le guste nuestro instituto — dijo ella con una gran sonrisa en su rostro.

Luego de que me dijera esas palabras simplemente salí, y fui en busca del salón, para mi sorpresa ya habían empezado las clases. Cuando entré al salón, todos concentraron su mirada en mi.

—Disculpe, según mis horarios, mi clase es aquí — dije lo más amable que pude 
—Señorita Jones, busque su asiento, será un gusto tenerla en esta clase.

Busqué mi asiento, quería uno al final, sin compañía de absolutamente nadie. La profesora nos empezó a explicar, yo no prestaba atención en absoluto, ya  que los primeros días de clase lo único que llegan a hablar son verdaderas estúpideces. En medio de la explicación, llego un chico a clase, al parecer tarde.

—Disculpe la tardanza, profesora Miller — dijo exaltado el misterioso chico.
—No te preocupes Taylor, pero que no se repita — contestó la profesora — ya no quedan asientos, sientate al lado de Emma — dijo la profesora apuntando hacia mí.

Él tan sólo me miro, sonrió, y se sentó a mi par. Taylor era de cabello castaño claro y ojos verdes. Realmente, no tenía ganas de compartir la clase con un idiota.

—Hola — me dijo.
—Hola — dije amablemente.

lunes, 6 de febrero de 2012

Capítulo 2: "¿De que me serviría intentar ser feliz?"


La noche anterior, luego de pensamientos atormentantes quedé dormida. Tan sólo era una mañana común y corriente, nublada, cómo solía ser todo el tiempo en la ciudad de London. Fui a la cocina, me encargué de tirar los cigarrillos que había dejado en mi habitación.

Preparé un café, y decidí leer uno de mis libros más preciados "Lazos de sangre" de Amanda Hocking. Estaba dispuesta a leer todo lo que me quedaba del día, después de todo, mi soledad era tan inmensa que intentar hacer otra cosa sería en vano.

Empezé a pasar cada página lentamente, leyendo cada una de las letras de ese libro. Me sorprendía, realmente, me sorprendía, en los libros, la vida de las personas son perfectas y únicas, daría lo que fuera por tener esa vida "perfecta" aunque sea un segundo, aunque sea un segundo de mi vida poder volver a sonreir como solia hacerlo esa pequeña niña que vivía feliz, en un garage a pesar de las burlas...

El mundo da vueltas, la vida da vueltas. Naces, vives y mueres. Soy una adolescente que llora todas las noches, que pide ayuda inmediata, y que nadie esta ahí para oírla o entenderla. Las palabras que me dicen cada día le duelen demasiado. Finjó ser perfecta, finjo que la vida me sonrie y que sólo soy una adolescente más con una vida aburrida. Estoy sola todo el tiempo, estoy en busca de felicidad, en busca de volver a creer, pero cada vez las posibilidades se hacen mínimas. Mis oscuros secretos se tapan con pulseras. 
Atrapada en una sociedad estúpida sin salida, no puedes decir lo que piensas, mi opinión es totalmente inválido en este mundo. Tan sólo busco compañía y felicidad, tan sólo quiero ser feliz con alguien que me acepte tal cual soy. Es fácil pensar en el amor, pero resulta demasiado difícil conseguirlo, y más cuando crees que estás en este mundo por equivocación. Es difícil conseguir amor, cuando vives en un mundo negro, lleno de sombras y sin salida alguna.

Vivo con el dolor de no ser aceptada y vivo sin ningún motivo por el cual vivir.
Sentía la fría brisa de London en mi cara, dejé el libro a un lado, mis ganas de leer se habían ido por completo. Cubrí mi cuerpo con una manta, me atormentaba el hecho de que en 2 días mi felicidad se acabarían, en dos días empezarían las clases, y las cosas no serían nada buenas. El dolor de las palabras dichas por los demás, sin siquiera conocerte, es algo duro. Mi autoestima esta por el suelo, y siempre lo estará, no cabe duda que mi vida fue destinada a sufrir todo el tiempo, no cabe duda de que... si pudiera tan sólo volver el tiempo atrás, lo haría.

Capítulo 1: "Forcing laughter, faking smiles".


Era una fría noche de Enero en London, estaba acostada envuelta en sábanas, atormentada por los recuerdos del pasado, mis lagrimas eran las protagonistas, como todas las noches anteriores. Siempre diré que mi almohada es mi mejor amiga, ella es la única que entiende mis lágrimas sin juzgarme. Prendí un cigarrillo, las ansiedades de tomar uno eran inmensas, mi vida simplemente estaba perdida. Me asomé a la ventana, las gotas de lluvia habían empezado a caer hace tiempo, boté mi cigarro y volví a cerrar la susodicha. Estaba demasiado consiente de que necesitaba ayuda, pero el miedo de buscarla era demasiado fuerte y mis sentimientos estaban demasiado a flote. Lo que todos ustedes se preguntarán es: ¿que te ha pasado?

Todo empezó un 15 de abril de 1995, el día de mi nacimiento, mi padre abandonó a mi madre ese mismo día. Mi madre y yo no teníamos los recursos suficientes para vivir normalmente, así que por unos cuantos años viviamos en un viejo garage, el cual alquilabamos por 20 dólares al mes. En la escuela primaria, mi madre a cuestas podía pagar mis estudios, por lo cual, llevaba ropa vieja, no podía en ese entonces darme el lujo de llevar uniformes, mis compañeros de salón me molestaban por eso. Mi madre viajaba seguido, ella tenía un empleo de mala paga en Puerto Rico, esos viajes duraban a lo poco 2 meses, siempre estuve sola. Todo pasaba de esa manera, a los 11 años, ya tenía conciencia de lo que sucedía, nada andaba bien, mi salud tampoco, estaba completamente destruida, empecé a fumar, probablemente ha sido lo mejor que me ha pasado, me hacía sentir libre succionar ese humo cada tanto.

Luego de un tiempo, mi madre fue trasladada a un trabajo cerca de Inglaterra, el cual tenía muy buena paga. Pudimos deshacernos de ese viejo garage y comprar una casa nueva, pudimos darnos diversos lujos. Pero, mi madre, al conseguir este trabajo estaba demasiado tiempo afuera, pero eso, poco a poco se volvió normal para mí. 

Seguía asistiendo a la escuela, las burlas y los insultos continuaban, era alguien completamente juzgada, sola e invisible en ese lugar, yo preferiría llamarlo carcel. 
Cierto día, tenía 13 años, mis sentimientos no podían más... me corté.
En ese momento no me importaba nada, no me importaba si moría, porque sé que a nadie le importaría.

Todo siguió así, nada ha cambiado, nada.

"Sueños atrapados": Prólogo



"No importa cuantas veces te rompan el corazón, solo así sabrás que realmente tienes uno".

Las personas cambian y te abandonan, te dejan con el dolor en tu pecho, con tan sólo una palabra hacen que tu mundo se derrumbe. Así es como te debes acostumbrar a vivir hoy en día, debes acostumbrarte a ser juzgada por tu físico. La mayoría de las chicas de mi edad, buscan amor, buscan salir, buscan pareja, es realmente decepcionante ver que yo no encajo en este mundo, es decepcionante estar tragandose lágrimas y cambiarlos por falsas y creíbles sonrisas, no tener ni una sola amiga. Tan sólo te acostumbras a vivir con el miedo de que jamás serás alguien en la vida, y que terminarás sola... 
En mi caso ¿te animarías a cambiar? Llevó años intentando encontrar una vía de escape a mi patética realidad.... Simplemente se podría decir que mi vida es una completa mierda.